Una bibliotecaria clave en el origen de Rebeldes, de Francis Ford Coppola
Como ya quedó patente en este post, siento debilidad por la película Rebeldes, de Francis Ford Coppola. Hoy he descubierto cómo una pequeña iniciativa fue la palanca que provocó que la novela de S.E. Hinton fuese llevada al cine.
Jo Ellen Mikasian, bibliotecaria en una escuela de Fresno, California, escribió una carta a Francis Ford Coppola en representación de más de un centenar de alumnos del centro, que también firmaron la firmaron, pidiéndole que considerase la posibilidad de realizar la adaptación cinematográfica de la novela. Tres meses más tarde recibieron respuesta del productor Fred Roos y el resto de la historia ya os lo podéis imaginar.
Una pequeña acción con un gran resultado. Una bibliotecaria comprometida con su labor de fomento de la lectura. Estudiantes que leen y se enamoran de un libro. Una ilusión compartida y una apuesta por la acción. Podían simplemente haberse ilusionado, pero decidieron actuar. Un mensaje en una botella que llegó a su destino. Y allí estaba alguien dispuesto a escuchar. Una conjunción de pequeñas pero relevantes piezas aunadas por el entusiamo.
Una historia pequeña y romántica que demuestra el poder de las personas anónimas para que se produzcan cosas, para que el mundo se mueva y, por qué no, cambie.
La historia completa con reproducciones de las cartas originales aquí.
Jo Ellen Mikasian, bibliotecaria en una escuela de Fresno, California, escribió una carta a Francis Ford Coppola en representación de más de un centenar de alumnos del centro, que también firmaron la firmaron, pidiéndole que considerase la posibilidad de realizar la adaptación cinematográfica de la novela. Tres meses más tarde recibieron respuesta del productor Fred Roos y el resto de la historia ya os lo podéis imaginar.
Una pequeña acción con un gran resultado. Una bibliotecaria comprometida con su labor de fomento de la lectura. Estudiantes que leen y se enamoran de un libro. Una ilusión compartida y una apuesta por la acción. Podían simplemente haberse ilusionado, pero decidieron actuar. Un mensaje en una botella que llegó a su destino. Y allí estaba alguien dispuesto a escuchar. Una conjunción de pequeñas pero relevantes piezas aunadas por el entusiamo.
Una historia pequeña y romántica que demuestra el poder de las personas anónimas para que se produzcan cosas, para que el mundo se mueva y, por qué no, cambie.
La historia completa con reproducciones de las cartas originales aquí.
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