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Mostrando las entradas etiquetadas como muerte

Vinieron como golondrinas

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A veces los lectores sensibles tenemos la suerte de encontrar libros en los que podemos llegar a leernos a nosotros mismos sin haber experimentado ninguna de las situaciones o sentimientos se describen. Esto es exactamente lo que me ha sucedido estos días con la lectura de Vinieron como golondrinas de William Maxwell. Nos encontramos ante una novela de amor tiernísima en la que el sujeto de este sentimiento es la madre y esposa de los narradores de los tres capítulos de que se compone la obra. Bunny, hijo pequeño y claro alter-ego del autor, siente tal amor por su madre, centro de su vida, que recuerda al pequeño Marcel de Por el camino de Swann . Aquel niño que no podía dormir por las noches si la madre no subía a su habitación para despedirse con un beso de buenas noches. Bunny es un niño hipersensible la felicidad del cual puede verse dramáticamente alterada si su madre no corresponde a alguna de sus miradas anhelantes. Robert, hermano mayor preadolescente, vive ...

A Play of Passion

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A la espera de que el viernes se acabe el mundo, y con la certidumbre que, independientemente de que suceda o no, el mundo tal y como lo conocimos, parece irremediablemente condenado a la extinción, os dejo un poema de Sir Walter Raleigh (1552-1618). Un regalo navideño que se adelanta con timidez para reflexionar un poco sobre qué es la vida.   What is our life? A play of passion, Our mirth the music of division;   Our mothers’ wombs the tiring-houses be Where we are dressed for this short comedy; Heaven the judicious, sharp spectator is That sits and marks still who doth act amiss; Our graves that hide us from the searching sun Are like drawn curtains when the play is done: Thus march we, playing, to our latest rest, Only we die in earnest, that’s no jest. Sir Walter Raleigh, miembro de la corte de la reina Isabel I, conocida como la “ReinaVirgen”, fue además de poeta, soldado, espía, explorador y popularizó el tabaco en Inglaterra. El paradigma del hombre de...

Crecer es morir un poco

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Que la muerte deja hechos polvo a los que se quedan, esto es, que es más dura para el superviviente que para quien fallece, es una verdad que sabe cualquier persona que haya perdido a un ser querido. Quien muere regresa a la dimensión del no ser, mientras que el que se queda en el ser, es quien tiene el problema justamente por eso, por ser. Ahora pensemos que el ser querido que ha desaparecido, es tu hermano, tu amigo o tu ex novio y que no sólo tenía 31 años, sino que además se ha suicidado. ¿Cómo sobrevivir a este sentimiento de pérdida vivido como una amputación? ¿Cómo aceptar lo sucedido? ¿Cómo no atormentarse con múltiples y variadas posibilidades de culpa? ¿Cómo poder sobrevivir asumiendo que nunca no vas a entender por qué? Éste es el planteamiento de Litus , de la dramaturga catalana Marta Buchaca que hasta finales de septiembre se estará representando en el Espai Lliure. Los amigos de Litus se reunen tres meses después de la muerte de éste en un accidente de tráfico para re...

Estoy aprendiendo a abandonar el mundo

Últimamente me siento así, pero sin el final. I Am Learning To Abandon the World I am learning to abandon the world before it can abandon me. Already I have given up the moon and snow, closing my shades against the claims of white. And the world has taken my father, my friends. I have given up melodic lines of hills, moving to a flat, tuneless landscape. And every night I give my body up limb by limb, working upwards across bone, towards the heart. But morning comes with small reprieves of coffee and birdsong. A tree outside the window which was simply shadow moments ago takes back its branches twig by leafy twig. And as I take my body back the sun lays its warm muzzle on my lap as if to make amends. Linda Pastan (1981)

El otoño ha llegado

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El otoño ha llegado. Casi por sorpresa; aunque lo esperásemos. O más bien lo supiéramos ineludible. Un tanto pasado por agua, redimensiona la poética de la caducidad de las hojas caídas de los árboles, ya que mojadas, arrugadas y sucias, no sólo evocan el paso del tiempo al estilo del simbolismo estilizado de Yeats, sino también el embrutecimiento y lo grotesco de la vida, más bien a lo Baudelaire. No por popular es menos cierto que el ciclo de las estaciones se puede leer a la luz del ciclo de la vida, y viceversa. Sólo que las estaciones siempre pasan una detrás de otra y una vez acabado el trayecto, vuelve a empezar. La vida no. Ésta a veces termina antes de haber recorrido todas las etapas del ciclo que nos parece natural (como si realmente en la vida residiese la inmanencia de que hubiera de ser así). Y en cualquier caso, cuando acaba, acaba. En el anhelo de inmortalidad, lo que realmente existe es el pavor a la decrepitud y al no ser, más que el ansia de vivir para siempr...

No volveré a ser joven

Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde -como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante. Dejar huella quería y marcharme entre aplausos - envejecer, morir, eran tan sólo las dimensiones del teatro. Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma: envejecer, morir, es el único argumento de la obra. De Jaime Gil de Biedma.

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

Verrà la morte e avrá tui ochhi -questa morte che ci accompagna dal mattino alla sera, insonne, sorda, come un vecchio rimorso o un vizio assurdo. I tui occhi saranno una vana parola, un grido taciuto, un silenzio. Cosí li vedi ogni mattina cuando su te sola ti pieghi nello specchio. O cara speranza, quel giorno sapremo anche noi che sei la vita e sei il nulla. Per tutti la morte ha uno sguardo. Verrà la morte e avrá tui occhi. Sarà come smettere un vizio, como vedere nello specchio riemergere un viso morto, come ascoltare un labbro chiuso. Scenderemo nel gorgo muti. De Cesare Pavese. ¿Has leído algo mejor?

Una isla en medio del desierto

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Aunque no haya ganado el Premi Llibreter al que estaba nominada, La isla de Giani Stuparich es una obra maravillosa que relata con exquisita sensibilidad y altas dosis de lirismo los últimos días que pasan juntos un hijo y su padre moribundo. Éste, sabiéndose gravemente enfermo, le pide a su hijo que lo acompañe a visitar por última vez la isla donde pasó su infancia. El hijo, que también es conocedor del estado de salud de su padre, no puede evitar pensar en que este encuentro es una despedida. La isla , según como se mire es una novela breve o un relato largo, pero esto no tiene ninguna importancia. Sí hay que destacar la sensibilidad del autor al transmitirnos los pensamientos y emociones de sus personajes: del que sabe que se va a ir y del que no ignora que se va a quedar solo, añorando. Una lectura muy recomendable no sólo para los que nos encontramos en una situación muy parecida, sino que también para todos aquellos a los que les gusta la buena literatura y aprecian ...

Parad todos los relojes

Stop all the clocks, cut off the telephone, Prevent the dog from barking with a juicy bone, Silence the pianos and with muffled drum Bring out the coffin, let the mourners come. Let aeroplanes circle moaning overhead Scribbling on the sky the message He Is Dead, Put crepe bows round the white necks of the public doves, Let the traffic policemen wear black cotton gloves. He was my North, my South, my East and West, My working week and my Sunday rest, My noon, my midnight, my talk, my song; I thought that love would last for ever: I was wrong. The stars are not wanted now: put out every one; Pack up the moon and dismantle the sun; Pour away the ocean and sweep up the wood. For nothing now can ever come to any good. Escrito por W. H. Auden tras la muerte de su pareja, Christopher Isherwood, éste es uno de los poemas que más me ha emocionado de todos los que he leído y que puede que a muchos de vosotros les recuerde a una escena de la película Cuatro bodas y un funera...

John Cornford

No sé si le conocéis. John Cornford era un joven poeta inglés que vino a España como brigadista internacional. Encontró la muerte en el campo de batalla. En el poema que reproduzco a continuación, y que envió a su novia, parece presagiar su propia muerte. Heart of the heartless world, Dear heart, the thought of you Is the pain at my side, The shadow that chills my view. The wind rises in the evening, Reminds that autumn is near. I am afraid to lose you, I am afraid of my fear. On the last mile to Huesca, The last fence for our pride, Think so kindly, dear, that I Sense you at my side. And if bad luck should lay my strength Into the shallow grave, Remember all the good you can; Don't forget my love.