Vinieron como golondrinas
A veces los lectores sensibles tenemos la suerte de encontrar libros en los que podemos llegar a leernos a nosotros mismos sin haber experimentado ninguna de las situaciones o sentimientos se describen. Esto es exactamente lo que me ha sucedido estos días con la lectura de Vinieron como golondrinas de William Maxwell. Nos encontramos ante una novela de amor tiernísima en la que el sujeto de este sentimiento es la madre y esposa de los narradores de los tres capítulos de que se compone la obra. Bunny, hijo pequeño y claro alter-ego del autor, siente tal amor por su madre, centro de su vida, que recuerda al pequeño Marcel de Por el camino de Swann . Aquel niño que no podía dormir por las noches si la madre no subía a su habitación para despedirse con un beso de buenas noches. Bunny es un niño hipersensible la felicidad del cual puede verse dramáticamente alterada si su madre no corresponde a alguna de sus miradas anhelantes. Robert, hermano mayor preadolescente, vive ...