Las desventuras de una tesis
A la hora de enfrentarnos a la gestión y confección de una tesis podemos encontrarnos con los siguientes problemas:
- El tema. ¿Sois lo que se llama unos cagadubtes? Yo sí. He cambiado de tema por lo menos cinco veces y aún creo que pueden ser más, aunque espero que no sea así. Ya no puedo más.
- El tiempo. Si ya de por sí tener un plazo de entrega puede generar ansiedad hasta en el hombre tranquilo, ¿qué pasa si además trabajas? ¿Y si tu trabajo requiere que muchas cosas sean hechas fuera del horario laboral?
- La familia. Ésta no entiende de tesis ni de nada. Quiere que hagas la comida, que estés por ellos, compartir el tiempo de ocio (¿ocio? ¿qué ocio?) y encima va y les da por ponerse enfermos.
- La concentración. Quien sepa cómo encontrarla y retenerla, que me lo explique, por favor.
- El culo. Cuando te dedicas a la investigación, te vuelves un ser sedentario, sentado un montón de horas al día. La ley de la gravedad contribuye a que todo el peso no sólo del mundo sino que también de los donuts que te comes para calmar la ansiedad y distraer el aburrimiento, no sólo se instalen, sino que también fermenten en las posaderas.
Hay más problemas, pero ya pensaré en ellos mañana, porque como siga pensando en ellos hoy, te juro que lo dejo.
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