De ovejas y hombres
Un artículo de Rosa Montero en Babelia me animó a leer Las ovejas de Glennkill , de Leonie Swann , una novela que había regalado a mi pareja en 2007, año de publicación de su traducción al castellano por la editorial Salamandra. La premisa es sencilla: una mañana, un grupo de ovejas descubren el cadáver de George, su pastor, con una pala clavada. A partir de ahí deciden investigar, como en una de las novelas de detectives que les leía George, quién es el asesino y por qué se ha cometido este asesinato. Un rebaño de ovejas que se convierten en detectives. Hay que reconocer que la idea es original. Y da mucho juego. El tratamiento es oportuno. Las ovejas, aunque personificadas, se comportan y piensan como lo que son, ovejas. Tiernas y lerditas. Por supuesto, la novela está repleta de escenas hilarantes, con una apoteosis teatral final. Para mí, el mejor momento del libro. A diferencia de Rosa Montero, a mí me costó un poco meterme en la historia, pero una vez lo hice, fue puro pl...