RECUERDA, CUERPO... Cuerpo, recuerda no solamente cuánto fuiste amado, no sólo los lechos en que te acostaste, sino también aquellos deseos que por ti brillaban en los ojos manifiestamente, y temblaban en la voz -y algún obstáculo casual los hizo vanos. Ahora que todo ya está en el pasado, parece casi como si a los deseos aquellos te hubieses entregado -cómo brillaban, recuerda, en los ojos que te miraban; cómo temblaban en la voz, por ti, recuerda, cuerpo. DESEOS A cuerpos hermosos de muertos que no envejecieron y los guardaron, con lágrimas, en un bello mausoleo, con rosas a la cabeza y a los pies jazmines - se asemejan los deseos que pasaron sin cumplirse; sin merecer una noche de placer, o una mañana luminosa. Ambos poemas son del poeta griego Ka...